La Piedra de Saywite




La piedra de Saywite es un gran bloque de granito de más o menos once metros de circunferencia, cuatro de diámetro y casi dos y medio de alto, ornamentado en su mitad superior con una serie de complejas y misteriosas figuras.

Se encuentra ubicado en el departamento de Apurimac, la provincia de Abancay, distrito de Curahuasi, en el complejo arqueológico del mismo nombre, en la ex hacienda Saywite propiedad de la familia Valer a la altura del kilómetro 45 de la carretera que conduce de Abancay al Cusco y a 3.500 metros sobre el nivel del mar

Debajo de esta estructura lítica hay pozos, canales y graderías que conducen directamente hasta el centro poblado de Concacha, donde se hallan moldes de menores dimensiones con superficies labradas que nos recuerdan las piedras talladas de Kenqo, en Cusco, y Vilcashuamán, en Ayacucho.

Este complejo arqueológico posee dimensiones particulares, que llaman la atención de historiadores y investigadores del mundo. El área en cuestión alcanza los 25 kilómetros cuadrados y forma un triángulo perfecto, que ratifica una vez más la exactitud y perfección que experimentó la arquitectura inca.

Saywite está geográficamente muy cerca de dos importantes ciudadelas: Machu Picchu y Choquequirao, lo cual hace suponer que la zona era considerada por nuestros antepasados un centro ceremonial, donde se habría rendido culto a los apus o cerros.

Aquí también se aprecia la existencia de un ushno o plataforma elevada, descubierta también en otros recintos sagrados en que se practicaban sacrificios a sus deidades.